jueves, 18 de febrero de 2016

Seguimos con La Nación



Hoy les traigo otro artículo publicado en La Nación el día 15 de Febrero de 2016.

Una falta de deseo que no implica trastornos

Por Walter Ghedin

El movimiento de asexuados es un ejemplo de colectivo social que representa a aquellas personas que no sienten deseos eróticos o cuyo foco de atracción por el otro no es de orden sexual. El concepto de asexualidad es la falta o disminución de la libido y de las fantasías sexuales sin sufrimiento o conflicto por esta carencia.
Las personas asexuadas piensan que no sufren ningún trastorno (deseo sexual hipoactivo o fobias sexuales); por el contrario, se sienten saludables y aceptan la disminución del deseo como una de las diferentes formas de identidad sexual. Existen diversas formas de asexualidad, pero en todos los casos se estimulan otras áreas para sostener la pareja: romanticismo, comunicación, afinidades, gustos, trabajo. Pueden tener encuentros sexuales, sólo que no son frecuentes ni son una prioridad en la vida personal o de pareja.

La asexualidad puede aparecer desde el principio de la vida sexual consciente. Es frecuente que estas personas en la adolescencia no se estimulen con temas o imágenes eróticas, sientan pudor o les cueste integrarse a sus pares por la dificultad para compartir experiencias sexuales. Muchos jóvenes se aíslan y no participan de actividades por temor a sentirse discriminados; otros mienten para ser aceptados.
Es importante diferenciar la asexualidad de patologías consideradas trastornos del deseo y de la excitación sexual. La asexualidad pone de manifiesto una forma de ser: el deseo sexual se convierte en un rasgo que brinda identidad. Decir "soy asexuado" es hablar de un aspecto propio que identifica al sujeto. No obstante, se debe tener en cuenta que existen trastornos del deseo que son provocados por problemas médicos o psicológicos. El descarte de estas y otras causas que pueden bajar el deseo es fundamental. Si los trastornos del deseo y la excitación son síntomas y, como tales, no están sujetos a la personalidad, se sufre por su presencia y por las limitaciones que ella conlleva.

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Como ya habrán notado, no suelo comentar mucho sobre los artículos que subo, prefiero, como dije en una publicación anterior, darle lugar a otras voces y sumar en la difusión. Pero hoy si voy a darme lugar para expresar mis ideas.

Estoy bastante en desacuerdo con la idea de que "el concepto de asexualidad es la falta o disminución de la libido y de las fantasías sexuales"... la falta de atracción sexual no tiene que ver con la libido, y en cuanto a las fantasías, soy asexual y puedo asegurar que las tengo, el punto está en que si tuviese la oportunidad de realizarlas, no querría. Un buen ejemplo sería algo así: puedo fantasear con Johnny Depp (quién no lo ha hecho), pero si él viniese a mi casa y me ofreciera una noche de sexo salvaje, le diría "Perdón Johnny, pero no me atraes de esa manera, no me interesa el sexo... aunque sí podemos ver una peli abrazados en el sillón"
Lo mismo sucede con la idea de que los asexuales "aceptan la disminución del deseo"... NO HAY disminución del deseo, lo que hay es FALTA DE ATRACCIÓN... yo deseo a mi pareja, pero de otra manera.
Otro punto chocante es cuando expresa que "Decir "soy asexuado" es hablar de un aspecto propio que identifica al sujeto"... en realidad, hay un error conceptual, los asexuales NO somos asexuados. Asexuado es aquel que no posee sexo (en el sentido biológico, incluso anatómico, del término). La asexualidad tiene que ver, reitero, con la falta de atracción sexual (existen otras formas de atracción), no con si poseo o no genitales, o si me reproduzco o no como organismo unicelular.

De todas maneras, me parece fantástico que el artículo apunte a la despatologización de esta orientación, y agradezco al autor por interesarse en el tema.

Como siempre... Saludos desde Argentina!

lunes, 15 de febrero de 2016

Diario La Nación habla de Asexualidad

Hoy les traigo un artículo que fue publicado hoy (15/02/2016) en La Nación 



Por Jorge Andrés González


Cada vez más personas de todas las edades admiten que una pareja puede atraerlas afectiva pero no sexualmente; aspiran a ser reconocidos como una nueva orientación
Dicen que quieren y pueden vivir sin sexo. Son los integrantes de la comunidad a la que autodenominan "el cuarto sexo". Defienden que lo suyo no es un trastorno ni una práctica de celibato, sino una forma de ser. No se definen como heterosexuales, ni homosexuales, ni bisexuales. Aspiran al reconocimiento de una nueva orientación sexual: la asexualidad, es decir, personas que no sienten atracción íntima por otros individuos.
En la Argentina cobran visibilidad por las redes sociales, desde las que informan sobre su condición y planean actividades para la integración de los miembros de esta comunidad. Por ejemplo, el grupo de Facebook "Yo También Soy Asexual", que cuenta con algo más de 300 seguidores. No buscan tanto que la sociedad los deje de ver como "bichos raros", sino principalmente que aquellos que comparten la falta de interés sexual en otras personas vean que hay mucha gente como ellos y se sientan libres para desechar el sexo.
"Tengo 50 años y nunca necesité del sexo como parte de mi vida. Durante mi juventud, nunca sentí interés de buscar pibes para pasarla bien. Cuando nos juntábamos con los grupos de amigos de entre 18 y 20 años, yo era la única que terminaba comiendo pizza mientras ellos tenían intimidad", relató María López, una kinesióloga residente en el barrio de Palermo.
La mujer fue tajante al asegurar que la falta de atracción y de deseo de sexo no corresponde a una incapacidad física o un desorden psicológico. "Es una orientación sexual", comentó, tras confiar que a los 25 años aceptó su condición para estar "más tranquila" ante la presión de la sociedad, que la obligaba a buscar un chico para intimar.
La mayoría de los "asexuales" evitan ir a boliches para no ser abordados por personas que buscan al menos robarles un beso; más bien optan por otro tipo de entretenimientos: ir al parque con amigos cercanos, leer, ver televisión, comer o simplemente escuchar música. No se definen como personas aburridas, dicen no ser antisociales y algunos aclaran que pueden sentir otro tipo de atracción, como la afectiva o la intelectual.
Dentro del grupo de quienes sienten atracción romántica, reconocen tres orientaciones: "heterorrománticos", que pueden sentir una atracción amorosa hacia personas de otro sexo; "homorrománticos", cuando la atracción romántica es hacia personas del mismo sexo, y "birrománticos", aquellos que se sienten atraídos independientemente del sexo del otro.Una organización muy activa en redes sociales es AVEN (Asexual Visibility and Education Network), que inicialmente distinguió que, dentro de los asexuales, existen dos grupos: los que sienten atracción romántica pero no sexual y los que no sienten ninguna de las dos.
Según un estudio realizado entre 18.000 personas por la Universidad de Brock (Ontario, Canadá), el 1% de la población mundial pertenece a los asexuales. En la Argentina, el porcentaje estimado es similar. La edad promedio del autorreconocimiento, según el relevamiento, es a los 18 años. Y un 62% de los encuestados que aseguraron ser asexuales fueron mujeres.
Daniela Potterísima, de 23 años, señaló que poco a poco más personas van descubriendo que encajan con este grupo. Ella aceptó que era asexual hace tres años, tras conocer sobre esa condición. "Al principio no sabía si estaba orgullosa de decir que soy asexual, pero luego lo asumí porque es lo que soy, nunca tuve interés de salir con otra persona. A los chicos que me han propuesto algo, les dije que no", indicó a LA NACION.
Esta estudiante de ciencias biológicas sostuvo que ser asexual no responde a una elección, sino a una falta de afinidad que siente desde los 10 años. "Estás confundida", "Tenés miedo" o "Ya encontrarás a la persona indicada", son algunas de las frases que escuchó de terceras personas cuando reveló su orientación.
Es precisamente el miedo al rechazo o a burlas lo que ocasiona que Fernando (pidió no revelar su apellido) aún no comparta a su familia que es asexual. Este joven, restaurador de arte, de 18 años, dijo sentirse acorralado por la presión de sus amigos de ir a boliches a conquistar chicas. "Hace unas semanas, en Bariloche, me obligaron a bailar y a besar una mina. Soy una piedra cuando beso, claramente soy un asexual arromántico. Muchos no entienden que esto no es celibato, el que se sigue por decisión voluntaria. La asexualidad es involuntaria. Yo nací así", expresó.
Patricia, una joven cordobesa que estudia gastronomía, también admitió su asexualidad. Dijo que está dispuesta a estar de novia con un chico con el que pueda tener sólo una relación afectiva, pero hasta ahora no le ha dado resultado.
"Cuando le decís a un chico que te parece simpático y que querés abrir una relación de novios sin sexo, sale corriendo. Es difícil entablar una relación con alguien bajo ese parámetro", detalló la joven.
Antonio, miembro activo en las redes sociales que agrupan a esta comunidad, señaló que cientos de personas son forzadas a tener sexo por la presión social para sentirse normales, pero en realidad son asexuales.
Y recordó que muchos de ellos suelen reunirse en casas o bares de Palermo o Recoleta para hablar del trabajo y los estudios e, incluso, de las últimas experiencias con quienes trataron de acercarse a ellos con la finalidad de iniciar una relación.
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Saludos desde Argentina!

miércoles, 10 de febrero de 2016

Testimonio y visibilidad


Hoy les traigo un fragmento del artículo: "Cuando la invisibilidad y la patologización se encuentran" escrito por Lea Vittoria Uva el 27-03-2014 y traducido y publicado por Ene, en AVENITAS


El testimonio de una persona asexual

Una amiga mía asexual canadiense, Rory, me ha hecho entender cuanto pueden ser los los riesgos y los daños cuando la patologización y la invisibilidad se encuentran.
Rory es una chica muy gentil y simpática, amante de los animales (sobre todo de los caballos) y que está por graduarse pronto. Este verano nos veremos en el Orgullo Mundial (WoldPride) para dar a conocer mejor la asexualidad. La otra tarde estábamos casualmente hablando de médicos y ginecólogos en el chat de Skype y me gustaría compartir la historia que me contó sin modificarla, así que la dejaré como me la compartió con el menor número de cambios posibles (principalmente quitaré mis comentarios).

[Nota menor: para entender alguna de las experiencias de Rory es importante recordar que mientras algunas personas asexuales tienen libido (aunque no va directa hacia ninguna persona) y pueden masturbarse para ocuparse de ella, otros asexuales no tienen libido por nada y pueden no haber experimentado excitación sexual, al menos sin haber experimentado una estimulación física. Rory pertenece al último grupo]



Rory: ¿Te he hablado alguna vez de mi experiencia con la píldora anticonceptiva?
Lea: Creo que no.
Rory: ¿Quieres que te la cuente? No es exactamente una historia alegre…
Lea: Vale, si te apetece.
Rory: Sí, es una parte importante de quien soy hoy y ayuda relatarla de vez en cuando. Siento que cada vez que se la cuento a alguien lo asumo un poco más :)

Antes de saber sobre asexualidad, yo tenía un novio. No me apetecía practicar sexo, así que después de cuatro meses me fue infiel y rompió conmigo. Estuvimos cada uno por su parte durante un año y después volvimos. En ese año salí con otro chico durante 6 meses pero tampoco me apetecía tener sexo y rompí con él por eso. Él se enamoró de mí y uno de mis mayores remordimientos en mi vida es que nunca le podré decir POR QUÉ soy como soy… Pero no lo averigüé hasta dos años después así que no quise abrir viejas heridas y lo dejé estar. Nunca mantuvimos el contacto. Pero de todas maneras, el segundo intento con mi novio #1 fue bien durante un año pero AÚN No me apetecía el sexo. En ese punto, me volví una sólida convencida de que estaba rota/defectuosa, como te puedes imaginar. Y la relación estaba realmente afectada…
Así que fui al médico, le expliqué que estaba en una relación a largo plazo, una relación estable y que estaba muy feliz y enamorada pero que no podía excitarme y que nunca tuve ningún deseo por el sexo, y eso era lo único que estaba causando problemas en la relación. Así que la doctora decidió que yo quizás tenía una baja libido o un trastorno del deseo sexual hipoactivo o lo que fuera. No puedo culparla realmente, ella no sabía más sobre asexualidad que lo que yo sabía.
Pero de todas formas, me prescribió la píldora anticonceptiva por varias razones, asumió que reduciría las ansiedades alrededor de los embarazos accidentales y las hormonas podrían “curarme” también.
Bien, la cosa fue terriblemente… Resumiendo: En primer lugar, me dio una libido así que supongo que funcionó. Pero seguía sin sentir atracción sexual, lo que resultó en mi novio de aquel momento estando increíblemente cachondo y caliente (Imagino que le estaba enviando cada feromona posible) y yo sentía esa “pulsión” pero yo sólo tenía pánico porque no sabía qué era o qué hacer con ello. Sólo me sentía rara, como si ya no fuera mi cuerpo. Y terminé, la mayoría de las veces, empujando a mi novio lejos y estallando en lágrimas si él me tocaba aunque sólo fuera con la punta del dedo en el hombro…
Tampoco aprendí nunca a masturbarme, y aún no lo he intentado, así que no tuve una liberación. Tampoco sabía en aquellos momentos que aquello era lo que estaba pasando, para ser sincera. Yo estaba MUY confusa, hasta el punto en que ni siquiera sabía cómo preguntar.
Así que estaba todo apilado y empecé a amontonar pensamientos negativos, cosas como: “bien, la doctora dice que lo mejor es curarme y no hay realmente otra opción… así que si no está funcionando, quizás NO PUEDA curarse”.
Por encima de eso corrieron pensamientos como “Si no quiero sexo ¿Quizás no amo de verdad a mi novio? Pero nunca me ha importado nadie tanto en toda mi vida, ¡no me imagino sintiendo más afecto por alguien! Bien entonces… quizás no soy CAPAZ de amar”, “Imagino que nunca tendré una relación, sólo haré daño a las personas con las que esté, deberé morir sola, no soy totalmente humana…” Ya no creo en NADA de esto, pero a veces estos pensamientos parecen todavía frescos…En todo caso, las cosas no fueron bien. Terminé intentado suicidarme una vez. Por fortuna mi chico estaba ahí para pararme. Tiró las pastillas por el inodoro porque sabía que estaba lo suficiente obstinada y quería “curarme”, por lo que habría continuado tomándomelas aunque fuera evidente que no estaban funcionando y que me hacían mal.
Él era una persona muy comprensiva y nunca le culpé por nada de esto. Aunque sólo fuera por eso, él es la razón de que todavía esté viva. Entonces dejé de ir a la doctora por unos meses, sólo estaba centrada en recuperar recursos emocionales.



Bueno, la peor parte fue que, cuando finalmente tuve el coraje de volver al médico, me sugirió intentarlo otra vez. Así que lo hice, probé las pastillas otra vez. Ni siquiera una marca diferente, exactamente las mismas. Y, sorpresa sorpresa, dos meses después intenté suicidarme otra vez…
La segunda vez, mi novio simplemente no estaba allí y yo estaba avisada de que esto era una posibilidad, entonces cuando empecé a sentir que estaba por sucederme otra vez, me encerré en mi habitación y y quité cualquier cosa que hubiera podido usar para hacerme daño. Estuve allí con sólo una botella de agua durante tres días. Cuando confié en mí lo suficiente para salir, estaba débil y había perdido mucho peso. Pero lo había hecho, paré de tomarme las píldoras y decidí que la doctora era una idiota. Así que esa fue la última vez que fui al médico…
Uno o dos meses después, mi hermana me llamó inesperadamente: “¡Hola Rory! ¿Adivina qué? Estoy en una clase de psicología. Estamos hablando de sexualidad humana y hay un grupo que, estadísticamente hablando, tiende a encariñarse mucho con las mascotas y los animales ¡y creo que eres una de ellos!”. Ella me conoce muy bien. Sabía que el sexo era un problema difícil para mí en ese mismo momento. Así que no usó la palabra “asexual” inmediatamente antes de establecer que los ases son personas maravillosas antes.:D
Creo que la moral de la historia es: Busqué en Google “asexualidad” y me encontré con AVEN. La manera en que lo describo es que nunca he conocido a gente que pudiera describirme TAN BIEN y ni siquiera lo estaban intentando, se estaban describiendo A ELLOS MISMOS. Me siento en casa desde entonces.
Para mí es importante hablar de esto por varios motivos: en primer lugar, esto es por lo que estoy tan apasionada por la visibilidad y la educación. Si pudiera salvar una sola persona de pasar por lo que yo he pasado, que nada vale la pena, no importa el miedo que dé. Me emociona muchísimo la labor de visibilidad y educación porque me hace feliz pensar que estoy previniendo este tipo de cosas. Es muy prevenible pero el trabajo de campo simplemente necesita hacerse. Y la segunda razón por la que hablo de ello…porque de vez en cuando aún me “hiere la sensibilidad” si alguien dice algo que implique que estoy defectuosa o que soy inferior de alguna manera por ser as.Creo que es bueno que lo sepas por si acaso ocurre algo similar aleatoriamente durante el Orgullo, yo simplemente me callo. Esto no ha ocurrido en un año pero aún es posible. Y si sucede…lo mejor que puedes hacer es sólo estar allí. Si estoy en un mal lugar, que alguien me toque no va a ayudar porque sólo me hace pensar en el contacto sexual (aunque en CUALQUIER otra ocasión, los abrazos son INCREÍBLES y ¡nunca me son suficientes!) pero sólo tener una persona ahí de pie me ancla al mundo real y me recuerda que no estoy sola.
Disculpa por la parrafada pero espero que se entienda. Finalmente estoy en un lugar donde puedo y quiero hablar de ello.”



El Dr. Anthony F. Bogaert escribe, en Entendiendo la asexualidad (Understanding Asexuality) (2012): El tipo de desorden más común con el que puede que se diagnostique a los asexuales es el trastorno del deseo sexual hipoactivo, que se caracteriza por una marcada ausencia de deseo de sexo, acompañada por, como se mencionó, malestar o dificultades interpersonales. Actualmente, hay pocos datos sobre la salud mental de los asexuales, así que hay que esperar a futuras investigaciones para traer conclusiones definitivas sobre el problema del malestar u otras perturbaciones psicológicos en este grupo. Sin embargo, las investigaciones hasta la fecha no sugiere que los asexuales, en general, estén angustiados por la ausencia de interés sexual. Otro factor importante a considerar es la fuente del malestar. ¿Debemos patologizar a alguien porque se sienta incómodo porque no encaje con el grupo más grande o porque le guste a pocas personas de aquel grupo? ¿O, alternativamente, deberíamos patologizar a la misma sociedad por no tolerar la minoría y la diversidad?

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Bueno, quizás se pregunten por qué les traigo este fragmento y no el artículo completo... Y la respuesta es que, si bien la introducción de por qué es importante visibilizar y cuáles son las formas de discriminación que tenemos que afrontar los asexuales es muy explicativa, esta parte del artículo, este "testimonio" me hizo recordar todos esos pensamientos autodestructivos que he tenido a lo largo de mi vida sólo por no saber qué era la asexualidad.
Sí, visibilizar es necesario... dejar de sentirse roto e incapaz de dar amor también.

Saludos desde Argentina!

jueves, 4 de febrero de 2016

Humor Asexual

Qué tal si empezamos Febrero riéndonos un poco? ... Hoy les dejo un par de imágenes que fui recolectando por ahí donde se plantea de una manera más relajada la vida del espectro asexual.








Saludos desde Argentina!